jueves, 14 de enero de 2010

Espina

¡Qué cosa tan más incómoda puede resultar una espina!

Si la hacemos, o la hemos hecho de niño explorador o de changuito de jardín, seguramente muchas veces hemos terminado con alguna(s) clavada(s) en las manos y muchas otras en los calcetines, pero si fuimos boy scout, entonces eran calcetas largas y verdes, por lo que el número de espinas adquiridas era mucho mayor, y la labor de quitarlas era aún peor.

Hay espinas de todo tipo: unas enoooormes que decoran las ramas de algunas plantas, que aún siendo de gran tamaño, nunca falta el despistado o el que cree que no pican, que termina maldiciendo a la madre naturaleza y con su piquetón en la mano.

También hay otras de tamaño medio que se clavan y no son fáciles de sacar. Y ahí nos tienen a tremendos armatostes de humanos sufriéndola por una espinititita que tenemos en el dedo. La buscas con la mano, la encuentras, la vuelves a perder, la buscas por el horizonte, haces el truco de la melena, la sientes, te duele, la tratas de encontrar de nuevo, ya no se vé, la intentas agarrar con las uñas y rompes lo poco que salía de ella. Terminas o por esperar la causalidad de su desaparición, o de plano pides ayuda profesional, con unas pincitas o una lupa, o también aplicas “la cinta adherible” (diurex) para ver si así sale. Aún así, hay veces que la astilla no se encuentra. Se olvida, da un rato molestias y tiempo después el cuerpo la expulsa.

Hay otras más pequeñas, que cubren plantas hierbosas, de esas enredadas que no te dejan pasar, y en la interminable lucha de ellas contra tu voluntad, terminas "ganando" pero llevándote un recuerdo por toooda tu ropa, para recordarte: "chiquitas pero PICOSAS!".

Existen unas aún más pequeñas, casi imperceptibles, dónde podría entrar, por ejemplo las de la cáscara de durazno, no sé si se catalogue como espina, pero el resultado en la piel es igual, causa como comezón y se sienten las cositas invadiendo la piel. No pican tanto, pero el punto es; que incomoda y se pueden quedar ahí un ratooote, ya sea hasta que las ignores o que en un momento inesperado se desprendan de tu piel.

Existen además otras dos variaciones de espina que podemos encontrar en el cuerpo humano; una de ellas son las espinillas. Tremendo dolor causa un golpe en alguna de ellas, aunque no pican por si solas pero el dolor en esa zona funciona de manera exponencial. Los moretones son de esperarse y es zona de defensa en cualquier partido de fútbol femenil jejeje. Además es una zona muy sensible, los moretones aparecen fácilmente y el dolor suele recordarse del mismo modo. Con un suave roce podemos volver a vernos chocando con la esquina de la mesa o regresamos al momento en que el patín salía con cara de venganza hacia nuestra indefensa y bella espinilla. También encontramos, las espinillas (las otras). Pequeñisisisisimos puntos negros que comienzan a aparecer en la pubertad y… realmente todavía no compruebo cuando dejan de aparecer. Casi no se ven, pero están ahí. Existe todo tipo de remedios comerciales y caseros para liberar esos pozos negros, pero aún así es difícil que éstos funcionen al 100%, siempre hay un número que se niega y a veces, es impresionante la cantidad de tiempo que pueden durar ahí y la profundidad de esas pequeñitas motas molestas. Casi imperceptibles pero molestas. Se quedan ahí recordándote o tu pubertad o tu mala alimentación.

Por otro lado está la espina dorsal, la espina bífida, la familia Espina... y nuestras espinas. Fuera de las radiografías humanas, pero sí dentro de la sustancia. ¿Qué pasa cuando elegimos entre varias opciones? Varias veces nos queda una espinita, ¿y si no es y si la otra es? , o a lo mejor no hay opciones pero decidimos algo del que pueden surgir varios caminos, o puede que después cambien las cosas y queramos regresar, o a lo mejor no nos demos cuenta de su valor... y nos queda una espinita o espinota. (depende si funcionamos como boy scout o como jardinero). Puede ser que la espina desaparezca rápido, que ni pienses en las otras posibilidades o que simplemente no te importen. También, podría ser que esa espina te haga regresar, dar la vuelta o cambiar de dirección; que te haga ver nuevas conclusiones y caminos y estés horas hasta encontrar la raíz de esa espina; o a lo mejor que simplemente nunca la puedas sacar y se convierte en un a lo mejor, quizás, tal vez... perhaps, perhaps, perhaps.

En fin, a veces puede resultar bueno tener una espina atorada. Muchas veces el hecho de sentirlas, te hace recapacitar y verlas desde otra perspectiva. A veces es sólo "feeling" (jaja así de forever como suena), otras son las tripas y la otra, el no se que, que se siente, que incomoda y que hace poner cara de mmm "no, no me late". Igual podemos quedarnos con una espina toda la vida, y que de viejitos contemos una y otra vez de esa "muchacha que nunca me atreví a saludar, era taaaaan bonita" (era taaaaan ESPINA!!!… Maria Eugenia Espina…jojojo siempre me salen chistes de mamá.. sin ofender a las santas madres)

Lo mejor es no quedarse atorado con ninguna espina molestando la existencia. La opción para salir librado de ellas es saber que en el momento fue lo mejor y que hubo razones suficientes para escogerlo y arriesgarnos… y así será para no llevarlas pegadas en las calcetas….

Porque el hubiera es el tiempo pendejivo de todos los verbos.

jueves, 7 de enero de 2010

Instrucciones para que un ser humano sonría

La boca es una hendidura tipo ojal, que se encuentra en la parte primordial del cuerpo humano conocida como cabeza. La cabeza tiene un hemisferio cubierto de cabello y otro donde encontramos el rostro, es en esta zona donde ubicamos la boca; exactamente en la parte inferior central, entre un pequeño abultamiento con dos túneles por donde solemos respirar (nariz) y un monte de hueso que llamamos barbilla. Está conformada en su exterior por dos partes a las cuales llamamos labios. Los podemos identificar, ya que la textura de éstos es diferente a la de toda la cara y su color es más rosado. Si levantamos los labios, nos encontraremos con unos "cuadritos" blancos de diferentes tamaños –ordenadas o no- con textura de porcelana, estos son los dientes. Si abrimos la boca, separando el labio superior del inferior, podemos ver una cavidad de color rojo cubierta de tejido húmedo y suave. Dentro de esa cavidad, se ubica retozando en la parte baja un tejido más grueso y áspero, al que nombramos lengua. Estos elementos forman la boca. La boca es un órgano del cuerpo que sirve entre muchas otras, para: comer, hablar, sonreír, y a veces, puede tomar la función de una tercera mano (cosa que no es muy recomendable). Por ahora sólo me centraré en la función de sonreír; que siendo la más sencilla, en el siglo XXI es raro verla aplicada en la cotidianidad del hombre y, por lo tanto, la mayoría de las veces causa efectos sorprendentes. Por eso, quiero reactivar este movimiento en usted, para que pueda gozar de sus aptitudes curativas, ( provoca la secreción de una sustancia que mejora la salud) su poder de convencimiento, (al sonreír, cualquier hombre puede torcer la mano y convencerse…de lo que usted quiera convencerlo), mejora su imagen, (su porte y su actitud se verán invadidos por una energía saludable) y mejorará (ACENTO) su vida social (verá como se vuelve un imán de buenas oportunidades y personas). Yo le podría llamar a la sonrisa,"El redescubrimiento del siglo XXI".

En fin, empecemos.


Lo primero que debe de hacer es sentirse relajado, sobre todo mantener el control de los músculos de la cara. Respire suave y profundo, deje salir el aire de una manera natural. Una vez que su gesto esté en posición natural, coloque un espejo frente usted. Ahora,¿recuerda que le comenté de los labios hace un momento?, ubíquelos

en su rostro. Cerciórese de que sus dientes están en posición cerrada, los superiores quedarán levemente entre cruzados por delante de los inferiores. Este es el modo natural para tener una posición cerrada en la boca. Ahora, vea el vértice o comisuras que se forman al unirse los dos extremos de los labios – encontrará uno en cada extremo de la boca, derecho e izquierdo -. Concéntrese en sus músculos de las mejillas y oblíguelos a subir esas comisuras hacia las orejas y ojos, en manera de diagonal. Mantenga la imagen de llevar la comisura a las orejas, para que los músculos busquen esa posición. Al momento de realizar este suave movimiento, los pómulos – zona que se encuentra justo debajo de los *ojos- también sufrirán un desplazamiento hacia arriba, causando un abultamiento mayor en esa zona. Al mismo tiempo que usted comience a sentir este cambio de posición en su cara, relaje sus labios, y deje que se acomoden con la inercia del movimiento. ¿Lo ve? ¿Lo siente? Ahora los labios están jalados hacia arriba y estirados, pero además, se han abierto un poco, lo que

provoca que los dientes se puedan ver. ¿Ve que bien luce su cara? Usted tiene el privilegio de sonreírle al mundo!

Atención: No trate de forzar demasiado sus músculos, ya que la sonrisa podría llegar a lucir forzada y eso en vez de ayudar, hará que la gente lo mire más (ACENTO EN que por gusto, por curiosidad o morbo. En todo caso, si usted desea que su sonrisa sea más encantadora, intente de una manera suave y no empalagosa, subir un poco más los labios y los pómulos, de tal manera que este movimiento fuerce a los ojos a cerrarse un poco y darle un aire pícaro.

NOTA: Para darle sentimiento o credibilidad a este movimiento, usted debe sentir la alegría emanar desde lo más profundo de su ser, esto dará a su sonrisa un toque de naturalidad mucho mayor.

Para poder regresar a su posición original, únicamente relaje todos sus músculos faciales.

Muy bien, ahora que ya lo ha aprendido, está listo para conquistar al mundo. Guarde su espejo, y practique diariamente este movimiento hasta que cada vez se vuelva más natural y sea parte de usted.

Atención: La práctica continua de este movimiento, puede

causar dolor en los músculos faciales.

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Ojo: Se ubican en la cabeza, parte superior del cuerpo humano, Justo del lado opuesto a la cabellera. En la parte superior, debajo de un espacio plano llamado frente, ubicamos dos círculos almendrados en cada extremo del rostro de manera horizontal. Son blancos con un centro de color (café, azul, verde, gris) lo cubre una piel delgada con pequeños cabellos en sus extremos y arriba de ellos una de pelo muy corto . A estos círculos blancos les llamamos ojos.